Manifestar en apoyo al diálogo entre el campo y el gobierno nacional no es una actitud golpista. La dirigencia política nacional antes de asumir como tal, e incluso antes de ser elegida por el pueblo, habló de voluntad de diálogo. ¿Qué pasó ahora? ¿Por qué se cierran las vías para lograr un acuerdo?
Basta de dirigentes políticos que enfrenten a los argentinos entre sí, la Argentina somos todos, sin banderas de clases ni banderas políticas.
Basta de culpar al Periodismo de falta de objetividad. Los periodistas también van al supermercado, se visten, tiene hijos que mandar a la escuela, viven inseguros, no son marcianos, son argentinos.Están en las calles y saben que piensa la gente, que le disgusta, y cuales son sus prioridades.
No pueden acusar al pueblo de querer su propia desgracia: un diputado por muy oficialista que sea no puede declarar que la gente que fue al cacelorazo es porque quiere pagar precios más altos por los productos que consume para defender una postura política.
Más allá del conflicto del campo, en muchos hogares de este país los niños no pueden tomar leche o comer un yogurt porque son artículos de lujo, mientras que en las publicidades se recomienda su consumo para que crezcan sanos.
Todavía hay niños que van a la escuela para poder comer y no para aprender.
Y a los libres intérpretes de la Constitución Nacional: el artículo 21(1) No llama a enfrentarse a argentinos contra argentinos sino a defender la patria ante amenaza exterior.
Por último, no se puede construir un país mejor con autoritarismo y soberbia. Es de ignorantes no reconocer los errores y volver sobre éstos para enmendarlos: "Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van." (2)
1. Art. 21.- Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del Ejecutivo nacional. Los ciudadanos por naturalización son libres de prestar o no este servicio por el término de diez años contados desde el día en que obtengan su carta de ciudadanía.
2.La frase es de José Ingenieros.
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