sábado, 26 de febrero de 2011

¿Ser y parecer en la 2.0?


Por Marcela Varela

Días pasados un conflicto desatado en una de las redes sociales más importantes del mundo puso en el tapete casi sin querer, el uso responsable de los canales 2.0 en tanto pueden afectar la credibilidad de una persona, sobre todo cuando ésta es una marca registrada.

En la actualidad se privilegia cada vez más la comunicación 2.0, pero se olvida que al igual que los medios de comunicación tradicional cuenta con reglas propias que no debemos desconocer.

Hoy tiene igual fuerza una mala prensa en la revista Paparazzi que en un blog X circulando en Internet; me arriesgaría a sostener que más aún en éste.

Los diarios y las revistas cuando pierden actualidad sirven para envolver huevos, encender el fuego para el asado del domingo y como demasiada permanencia, descansan en la mesa ratona de un consultorio o en los estantes de una biblioteca.

En cambio los contenidos en la red se reproducen ad infinitum de ahí su poder como herramienta de ataque a la credibilidad. Sin antes se solía decir “no hay quien resista un archivo”, ni hablar en Internet, un archivo activo las 24 horas del día.

Sólo basta con googlear para encontrar aquello que se convertirá en el caballito de batalla de nuestros competidores personales, comerciales, políticos, entre otros.

Al consultar a personas de distintos ámbitos y profesiones acerca de si puede afectar la credibilidad de una persona una exposición poco cuidadosa en las redes sociales los comentarios fueron de los más variados.

Hubo una clara diferencia entre la opinión brindada por hombres y mujeres.

Para Helena que trabaja en un organismo del Estado “la exposición fotográfica por ejemplo en Facebook, en donde personas de un mismo entorno forman parte de la red social, puede resultar negativo en términos de credibilidad, cuando éstas son tomadas en lugares y situaciones inapropiadas al momento de hacerlas públicas. Sin embargo, reconoció que esto no afecta en este tipo de organizaciones el perfil laboral sino sólo las relaciones interpersonales al interior de éstas.

En tanto Emilio que también trabaja en la administración pública considera que si alguien ya tiene abonado su prestigio no se ve perjudicado por una exposición descuidada en las redes sociales.

Esto no es compartido por personas que se desempeñan en el sector privado, para quienes en la selección de personal suele ser muy importante qué dicen las redes sociales de positivo y negativo sobre el futuro ingresante; “muchos con un curriculum vitae excelente quedaron fuera de consideración por aspectos de su vida personal exhibidos en la red”, comentó Patricio Ruiz.

Como en todas las cuestiones que en algún punto tocan la moral y las buenas costumbres vamos a encontrar algunos puntos de vista más conservadores que otros.